Hay historias que no deben contarse a destiempo, pierden su magia.
Era la segunda noche que volvia a pie desde Memmingem, solo que esta vez eran las 3 de la madrugada, me habia quedado sin bateria en el movil, sin dinero en metalico, sin ninguna cosa a la que agarrarme más que mi propio coraje y orientación.
Era el camino que realizaba por partida doble de dia y de noche pero por alguna razón que desconozco esta vez iba a tener que montarme en una convicción mental para superar la perdida fisica.
Aavanzaba por el carril bici a la salida de Memmingem, ya no me soprendia ver a esas horas gente en bicicleta, todo el dia a todas horas, vi como un par de mujeres a unos 200 metros paraban y miraban algo en sus bicicletas, a medida que me fui acercando una tomo un desvio a la derecha y la restante se fue en linea recta.
Llegue a esa apequeña rotonda donde yo debia seguir recto, tenia distintas direcciones, Munich;Lindau;Ulm;Meminberg;Ausburgo.
Segui recto y di la vuelta, tenia que cruzar un tunel que estaba lleno de pintadas, aunque por suerte iluminado sorprendentemente, sali de alli y solo habitaba la luz que dejaban las farolas a unos 300 metros atras, apenas pasaban coches, el silencio era totalmente sepulcral , exceptuado por mis pasos, comence a subir, iba dirección Trunklsberg, el pueblo anterior al que me alojaba, mientras iba caminando intui que algo se me acercaba, gire mi cabeza y vi que alguien en bicicleta venia por la acera, no hizo ademan de apartarse y me toco bajarme al asfalto; "Maldita sea niñato", segui el camino hasta que la indicación me indico que el pueblo terminaba, ahora venia lo dificil, esos 3 km sin nada de luz, rodeado de vegetación, carreteras sin arcen, solo hierba y mosquitos.
Os voy a evitar parte de la descripción ya que aqui creo que es lo menos importante
Todo estaba oscuro, no pasaba nadie y a mi izquierda se alzaban arboles gigantescos que me producian terror, cada vez que escuchaba un ruido aceleraba mis pasos, me decia a mi mismo: no te sugestiones, podria ser peor.
Y luego vino la peor parte, unido a la oscuridad , el miedo, a estos factores hemos de añadirle el fisico, ese dia mis piernas se habian cargado 20 km y empezaba a flaquear, quedaban aun 2 km y me dije a mi mismo: "ahora es cuando te toca tirar de cabeza para dejar el fisico a un lado, fortaleza", suspire y segui, pasaron varios coches y el ruido que dejaron a su paso me acongojo un poco más si cabe.
Llegue hasta el punto de que faltaba 1 km, pasando un punto en el que estaba la fabrica de las banderas,me habia calmado pero me volvi a asustar "la tela golpeando el mastil gracias a que el enganche se habia soltado, hacia un clink clink en medio de la nada muy de pelicula de terror", aprete el paso y llegue hasta el ´ltimo punto critico, la casa que contenia un cementerio en el jardin...
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