R: Lo siento, pero es lo que se llama síndrome del cuidador, aunque es normal que puedas confundirlo con burnout, hay similitudes y síntomas similares.
Los huesos cansados de dar vueltas en espiral tras la tumba de la certidumbre, la crisálida de morfina en máximos históricos y un baúl de pestañeos sobreexpuestos.