miércoles, 27 de octubre de 2021

Papiroflexivos 2.0 Nadando en el nylo-N de mercurio.

 Como todas las historias, estas tienden a definirse en un contexto de principio y final, nos olvidamos por lo general del concepto del aprendizaje central hasta que es tarde, sin embargo en ocasiones todo perdura en el tiempo de forma más o menos compleja, se reinicia el "recuerdo" y las personas acaban por quedarse en un plano distinto, como en otro mundo pero estrechamente ligados dentro de un silencio fabricado en nylon. 

Recuerdo con cierta admiración haber conseguido un equilibrio y al mismo tiempo una confesión de perdón ajena a mi mismo, un trabajo que resulto muy arduo y espaciado en el tiempo pero que me libero de todos mis Yo atrapados en cementerios de Kafka. 

Un trabajo de dos multiplicado por "DiOS" porque aunque mi fervor no se coma si que se puede esnifar en pérfidas de hipnosis templaría.

Nos volvimos a encontrar en agosto, en un bar de mala muerte a las afueras, un bocata y con prisas, me analizabas detenidamente mientras nos contábamos nuestras vidas, ningún rencor tras 1999, nuevo libro y editorial pero mismo cincel sombreado y una firma conjunta en señal de paz, " 21 memorias perdidas" y un pacto astromántico  en aras del mar cuerdo.


Habíamos recuperado la disciplina polar, tu con Arquimedes y yo con Freyja disfrazada de Valkiria.


En el momento en el que entendí que todas aquellas canciones que te descubrí hace casi una década las habías conseguido transformar en una forma de vida más allá del dolor me arrugue acurrucado entre mis cigomáticos distraídos. 

Tenia varias personas a las que cul-par, un par de razones de poco FEso pero con alas movedizas.