domingo, 2 de enero de 2011

2011

Un mordisco sagaz a lo que se fue,calcinando cuerpos por donde paso, gasto egoismo basto, sin más.

Como un dios de otro mundo dejo mis poderes en el fondo de la nada, me tatuo un espacio vacio y el resto queda entre llamas, mirando como el fuego arde, rio entre ataques y sentimientos de rabia, como el alfiler que se clava para luego tener que coser la herida, vertiginosa pero orgullosa, clamas contra mi, sin motivo y con tu orgullo como unico menester.

Solo para prolongar lo que se viene con un chasquido a la puerta del silencio.

1 comentario:

  1. Creo que este me gusta especialmente.
    Bueno, creer no creo, lo se.
    Sigue escribiendo! pero que conste que no sabia que tenias un blog u.u
    p.d: soy elena

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