Te dejo este grito lucido, este pecho engalanado, a noche abierta, a patogenos acidos sobre la ventricula izquierda.
Me siento, inutil, cansado, agotado y vivo a la vez que un guerrero que sin miembros lucha por sobrevivir, aun fallando en los golpes certeros, solo ganando batallas efimeras,sin cota de malla, con espadas de madera y escudos de cartón que se mojan en las primeras gotas de lluvia, pero a la vez despierto y veo el castillo de Lego a medio construir, tu bajo la muralla más adelantada, bajo el laboratorio de pociones y reencuentros magicos.
Gracias por no dejarte vencer..
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