Estaba solo y atemorizado, en un impulso me saque la espada clavada de mi torso con la esperanza de que la hemorragia no fuera muy abundante, inmediatamente la sangre empezo a brotar a borbotones, inundandome en un sueño profundo y lejano.
Podia notar el desaliento, pero mi propia fiebre me impedia pensar, necesitaba caminar y caminar a oscuras o sin luz para poder encontrar un camino, y aunque a momentos podia sentir ese camino,despues me daba cuenta de que era una ilusión momentanea y no homogenea en el tiempo como yo queria esperar, cuanto más me alajaba de la oscuridad más luz veia y viceversa.
Me sentia como un monstruo que devora niños aun sin haber movido un minimo dedo, fragil a la vez que fuerte y con un sinuoso miedo al cambio radical, a las señales opacas y a caminos nevados en blanco y negro..
Mi alma hoy da vueltas dentro de un vaso de agua y frenadol, ataudes y corazones rotos
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