me equivoque al creer que sabia
que de tu espalda se desprenden dos alas
con ternura desnude las grietas
de aquellas misteriosas palabras
desde aquel día no puedo despertar
la ciudad se cierne en un rojo deja vu
la sangre en las calles y algunas almas
ensombrece el cielo vestido de azul
me fui por la ruta insurgente
resucitando algunos demonios
despiste de momento la mente
para hundirme en tus encantos
me toma de la mano la muerte
me lleva por senderos cegado
jugamos echarlo a la suerte
el baile en el fuego descalzo
y reí… pero llore
desgarre el manto sagrado
y fui el suicida que marco la piel
con impíos tridentes y dardos envenenados
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