De pie.

 Y antes de hacernos viejos y hablar de nada, voy a pasar mis vacaciones dentro de una tormenta y quererme más, y voy a hacerlo  por ti, yo quiero hacerlo por ti.

Perspectivas.

 "Fue tan largo el "duelo" que al final.. casi lo confundo con mi hogar"

Cascarón agrietado  humectante de dolor  opaco...

Solo tengo hueso y carne.

 R: Lo siento, pero es lo que se llama síndrome del cuidador, aunque es normal que puedas confundirlo con burnout, hay similitudes y síntomas similares.

Los huesos cansados de dar vueltas en espiral tras la tumba de la certidumbre, la crisálida de morfina  en máximos históricos y un baúl de pestañeos sobreexpuestos.

Bloqueo existencial

Me desprendo de lo social, me abandono a la soledad, cierro los ojos y trato de acaparar el poco aire que queda en esta pendiente.

Desaparecido en combate, lleno en el laberinto del dolor, intermitencia en las salidas.

La montaña rusa de la latencia,  la incertidumbre convertida en dinámica,  el tic tac pedagógico.

"I hate you"  

Transducción de oxigeno.

 Los últimos meses son baches y salidas de aire fresco en constante pelea.

Una lucha casi fratricida que veo extenderse más allá de Babilonia.

Soy mi propio Ciro y al mismo tiempo mi propio Da Vinci, esculpo y creo pero el aire derrota la gravedad, humectante de vida.

Escribo en el fervor de la neutralidad, en la casi casilla de salida, en el alegato de la incertidumbre más irracional, quien me conoce y quien me ve, aun asustado por fuera, lobo por dentro.

Me salen algunos colmillos por días y  gemidos por lunas mestizas.

Un péndulo llamado vida.

¿Esta sobrevalorado el apego?¿ La huida hacia la nada?¿ el Contrapunto de una espera consciente?

La indiferencia me trae paz.

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 "Cuando me gire entre la gente serás .. "

Toc toc

  Oniria: he conocido a insomnia!

La contrapartida de esta historia que  dibuje e imagine de forma visceralmente artificial , finalmente se llevo a cabo sin ningún tipo de aparición por el eje central, sin vocal  ni consonante auxiliar que me permitiera maniobrar, fue un instante, una noche, en un tercio desconocido, natural.

Los días posteriores se hizo un corrillo de niebla que irradiaba ideas y matices desconocidos, como una simulación inversa de lo que aun estaba sucediendo pero podía recordar en forma de señales clarificadoras.

 Ni estaba despierto, ni estaba soñando, simplemente existía el cuestionamiento de la irrealidad, los parpados eran agujeros de gusano dando paso a centinelas de agradecimiento.

Al descorchar la conciencia desperté junto con ουροβóρος , mi alquimista titular y mi cruz sin invertir. Un destello me cegó y mientras me recuperaba oí una voz carraspear, aun no sabia donde me hallaba pero notaba que mis pies y mi equilibrio flotaban de forma intermitente.

Abrí los ojos y nos vi cruzando un rio, con Caronte al mando, nos movíamos dentro del rio Estigia, desconociendo si nuestro destino era ser inmortales o cruzar al otro lado de la vida.

Así que la reacción al mirarnos fue lanzarnos al agua y esperar al menos acabar como Aquiles.

Caronte empezó a gritar, enfurecido y desesperado...

Nuestras opciones de acabar con Hades casi se habían esfumado pero Caronte tenia amigos en el firmamento y Plutón  empezaría a ser peligroso al anochecer.